Porque te adoro, porque no te ríes de mi ignorancia y sí de mis malos chistes. Te quiero porque me diste nuestro primer beso y porque besas genial. Te quiero porque te fijas en las pequeñas cosas en las que nadie más se fija, como en mí. Te quiero porque no te quejas de mi horrenda comida y no te paras quieta en la cocina cuando estoy cocinando. Te quiero porque aunque me quejo de que no me haces caso, siempre me haces caso.
Te quiero porque soy tonto y ya no se vivir sin ti. Te quiero porque, aunque las palabras se las lleve el viento, hago todo lo posible para que éstas se queden entre nosotros. Te quiero porque me has enseñado a hacer el hipopótamo, el Peter Pan y a escuchar a Manson.
Te quiero porque me advertiste que cuarenta razones eran muchas para el poco tiempo que llevamos y también porque me dejaste hacerlo. Te quiero porque estás loca. Te quiero porque nunca chillas y gracias a ti, hablo más bajo. Y ya van treinta y nueve..... La última es la más importante, te quiero, porque sí.