domingo, 7 de septiembre de 2014

Estando aún en la distancia.



Estas en el cielo... Aun en la distancia percibo  tu fragancia. Cierro mis ojos y en el destello de la luz casi opaca te miro.  Eres la noche que arrulla mis sueños y eres el sueño que arrulla mis noches.

Al despertar, el primer recuerdo que logro tener, es el primer beso que me concediste. Al paso de cada hora, llega tu presencia hasta mi presencia.
Me quedo en el silencio, el silencio invade mi mente, mi cuerpo, mi ser. Vino a entregarme cual mensajero errante, dos hermosos luceros: tus ojos, con el brillo que irradian cuando son mirados, cuando son amados.

El silencio me hizo entrega de tus tiernas caricias, ocultas en el matiz de tu cariño, sinceras, preciosas. Al pensar que estás, que pronto llegaran días de gloria que serán perennes, duraderos e imperecederos, siento que al fin, las palomas blancas cruzaran el cielo y al fin al despertar del sueño mágico que es tu compañía, no necesitaré seguir dormido, porque despierto: Seguiré soñando contigo...