jueves, 1 de marzo de 2012

EL SECRETO DEL EXITO







No vayan tan deprisa. No hay ningún secreto que valga. La inevitable verdad es que el éxito está unido ineludiblemente a la Suerte. Y a ésta no la comanda nada ni nadie. El Sino o La diosa Fortuna. Ya puedes ser el soldado más valeroso y el poeta más suave como lo fue Garcilaso de la Vega, que una mísera piedra le abrió la "testa" a los treinta y tres años sin merecer ser olvidado como tal durante mucho tiempo. O "Ser o no ser" y vivir como un truhán siendo el mejor dramaturgo inglés de la época. Que puedes ser un palurdo nacido en buena cuna y maltratar el dinero en sexo, drogas y rock and roll. Aunque así algo te llevas. La Suerte no deja títere con cabeza. Que mueren niñas todos los días con más honorabilidad y decencia que miles de políticos que alcanzan la más frívola y luguriosa senilidad. Es deprimente pensar que es así. Y ¿nuestro libre albedrío par alcanzar nuestro propio destino?. Literatura. Que eres feliz por fin y un clavo te cae del cielo si es preciso para que no lo disfrutes. La Suerte perversa, porfiria, y al mismo tiempo elocuente y tenaz con algunos, que esquivos con otros. Somos lo que somos y nos creemos dueño de nuestros destino, pero basta un instante o una visita al oncólogo para que cambie el "Destino" con mayúsculas. Porca miseria. Si no fuera porque siempre me he sentido afortunado, me deprimiría haber escrito este post.