Ranitas...pequeñitas llegaron anoche a mi puerta... con un croac ensordecedor pero simpático.
Nunca las había visto así en grupo; primero conté siete pero luego vi otras tantas en la ventana.
Había sido una jornada de intensa lluvia y el jardín se pintó de un verde intenso.
Me gustaría descifrar su caótica melodía...digo la de una pequeñita rana que insiste en entrar y pegarse en el cuerpo para luego saltar a otro lugar y empezar una alocada carrera por atraparla y regresarla a su habitad: el jardín. De pancita fría como para aliviar malestares...me parece interpretar qué les sucede...tal vez sea para distraerme de las cosas mundanas...
Creo que ellas pertenecen al grupo de seres que todos los días tienen algo para sumar, algo para agradecer, algo para sonreir, para sorprender...siempre sumando...miradas, gestos y palabras con ternura expresadas.
lulú angulo pereyra
